There will be blood (Pozos de ambición)

Bueno, ayer por fin pude completar la última de las películas que me parecían interesantes de estos últimos oscar (cosa no muy difícil... porque a parte de esta solo he visto la de los Cohen y Promesas del este). Me ha costado bastante tiempo mentalizarme para verla por su larga duración y porque del Paul Thomas Anderson solo había visto Punch Drunk Love que me pareció una tomadura de pelo de las grandes...

La película sigue la vida de un petrolero megalomano, en el proceso de explotación de un pequeño pueblo. Realmente argumentalmente es una especie de versión de Ciudadano Kane cambiando el mundo editorial por el petrolero. Por suerte el director es suficientemente listo para no hacer una readaptación y es capaz de llevar la película a su terreno a nivel psicológico y estilístico.

La pelicula tiene un arranque brutal, sin diálogos donde la imagen y una curiosisima forma de utilizar el sonido nos cuentan mas que todos los diálogos que podían haber puesto. Toda la pelicula tiene planos que se mantienen entre el dificil equilibrio entre el estilo de las grandes peliculas clàssicas y la composición de imágenes mas moderna, funciona en todo el metraje.

A nivel de desarrollo de historia han tenido muy en cuenta el desarrollo psicológico del personaje del Daniel Day Lewis dejando un poco a todos los otros personajes de lado. Ningún problema, el actor responde, a medida que la peli avanza vemos como aumentan las paranoias del personaje gradualmente de forma magistral. El problema de esta progresión es un lapsus de tiempo bastante grande al final de la peli donde el personaje está absolutamente desfasado y Day Lewis ofrece una caracterización extremadamente histriónica que convierte al personaje que ha bordado durante toda la película en una caricatura llena de tics.

Como valoración de conjunto me parece una gran película, con cosas para quitarse el sombrero pero que no se porqué no me ha acabado de enamorar. Aún así muy recomendable si tenéis 3 horas sueltas...